Sartenes de acero inoxidable, ventajas e inconvenientes

Las sartenes de acero inoxidable son una opción elegida en muchas cocinas, también en profesionales, porque ofrecen muchas ventajas, son limpias, duraderas y si se saben usar no tienen por qué pegarse, pero es cierto que muchas personas se decantan por el teflón, que aunque también tiene sus inconvenientes es más fácil.

Lo que vamos a ver a continuación son las ventajas e inconvenientes que tienen las sartenes de acero inoxidable para que puedas tomar la mejor decisión posible conociendo todos los datos importantes.

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Ventajas de las sartenes de acero inoxidable

Son más duraderas

Estas sartenes duran muchísimo, es muy raro verlas rotas y no tendrás problemas como el óxido, roturas, manchas, etc… El acero inoxidable de por sí es resistente, pero si además eliges un modelo de buena calidad, será complicado que se raye o aboye con golpes y arañazos. Es fácil que una sartén de acero inoxidable pase de padres a hijos.

Son más económicas

No solamente duran más tiempo, sino que además sus precios suelen ser más económicos, por lo que son la mejor opción para la gente que mira la economía familiar.

Apenas necesitan mantenimiento

No hay que usar técnicas de limpieza muy avanzadas, simplemente basta con agua y jabón, y además también se pueden meter en el lavavajillas.

Son más bonitas

Está claro que para gustos colores, pero las sartenes de acero inoxidable tienen ese aspecto a cocina auténtica, brillantes con ese acabado de espejo, ideales para estar colgadas en la cocina y servir también como decoración cuando no las estamos usando.

Muy fáciles de limpiar

Son más fáciles de limpiar que cualquier otro tipo de material, porque su superficie es dura, lisa y no porosa.

Inconvenientes de las sartenes de acero inoxidable

No conduce demasiado bien el calor

El acero inoxidable no conduce muy bien el calor, por lo que tardaremos más tiempo en alcanzar la temperatura deseada y probablemente no se repartirá de forma perfectamente homogénea entre toda la superficie de la sartén.

No es la mejor opción para alimentos que necesitan un golpe fuerte de calor

Con una sartén de acero inoxidable podemos hacer recetas de todo tipo, saltear, dorar, guisar, freír, hervir… El problema viene por ejemplo cuando queremos hacer algo como un huevo frito, o un filete de carne en su punto. Al no adquirir una alta temperatura tan pronto, es probable que no consigamos darle el punto adecuado, a no ser que tengamos ya muy controlado el utensilio.

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